lunes, 6 de septiembre de 2010

Piedras Preciosas



Aquí hay muchas maneras de pasar en vela toda una noche, como por ejemplo, exterminando mosquitos con una raqueta eléctrica. Va con pila y tiene un switch.


No son las noches más agradables de Luanda observar como el insecto se achicharra cruelmente entre un campo de fibras de carbono. Será la misma sensación que la que tuvo el verdugo que ejecutó en la Prisión Auburn de Nueva York al primer asesinado por electrocución? Se lo preguntaremos al mosquito.

Padre Stefano o “Ste-falo” que es como le apodo con cierta ironía y no muy lejos de la realidad, me ha tocado bastante las pelotas (y disculpad por la vulgaridad) buscando a una presa para sus jueguecitos pastorales. Y tanto ha sido el enfado que el artículo de hoy se lo quería dedicar a él, como buen jugador de tenis que es echando pelotas fuera, ya que el tema de hoy va de raquetas. Pero pensándolo mejor, arrinconaré la furia para hablar de esas noches y esos días, que sin ser faltos de mosquitos, envuelven mis mejores recuerdos.

Como este momento, en lo más alto de las enormes Piedras Negras de Pundo Andongo, las cuales, esculpidas por la erosión del viento, forman figuras extraordinarias dando a la región de Malanje un carácter misterioso.

Aun pareciendo grandes escaladores, el mayor esfuerzo que hicimos fue prender las brasas para hacer la picanha que luego nos comeríamos muy a gusto (y acompañada de un buen vino-qué no falte-)

Estos chicos, y los que se quedaron en la Villa, grandes compañeros de viaje. No solo de barbacoas. Han significado durante este casi un mes, que ya termina, un gran soporte emocional.

Podría ser comparable a la sensación que tuve ayer a las 7 de la mañana. Despertamos temprano de una noche de acampada en las Quedas de Calandula. Aun haciendo un frio que pelaba no pudimos resistirnos a un buen baño en el rio. Qué salvajes que somos. Y a la espera de un buen café para acabar de despertar el ánimo, allí estaba: un tarro de nutella!

Lo que normalmente forma parte de mi despensa, aquí es un bien muy preciado. Os echaré mucho de menos..Gracias.

3 comentarios:

  1. Da una idea de la tortura que sufres con los insectos el pensar que un país precario nos supere en tecnología para eliminar mosquitos... "raquetas eléctricas"... guau jejejeje.
    Como lector asiduo del blog tengo que reconocer que nos has dejado en vilo con la historia del tal padre Stéfano, supongo que has creado el suspense para proseguir en capítulos posteriores.Jejejeje. Y después de todo, a pesar de trabajar duro me alegra comprobar que los paisajes, las personas, los pequeños placeres, los trocitos de vida que se saborean día a día hacen que este viaje al corazón de África sea además de enriquecedor bonito y divertido porque os lo mereceis.

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  2. Bueno hija, ya acaba pronto tu aventura, al leer este capitulo de tu blog "un poco enigmatico" por lo referente al "Ste-falo". Penas a parte me voy a centrar en el comentario mosquetero jajajaja debe de ser divertido toda la noche ejecutando a esos animalillos, que por cierto nosotros en el pueblo, una noche nos acostamos a las cuatro mantando tambien, parecian que salian de debajo de las baldosas...jajajaj. Todo es paisaje muy original y a la vez lleno de encanto. Hasta pronto hija y lo que se hace de corazón tarde o temprano tiene su fruto. Un abrazo hija querida

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  3. ¡ah!! se me olvidaba que te quieroooooooooooo mucho y tengo enormes ganas de darle un besazo muy fuerte a la mejor hija del mundo

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